aprender a desaprender

Aprender a desaprender es dejar de hacer lo mismo de la misma manera. Significa encontrar o descubrir que existen otros caminos que nos pueden llevar al mismo destino, dejando atrás las limitaciones que comúnmente tenemos y abrazando aquellas que no hemos experimentado.

¿Le resulta difícil dejar de lado viejas creencias? ¿Hay partes de ti que te gustaría cambiar pero se resisten?

A lo largo de nuestra vida hemos aprendido muchas cosas, tanto en casa como en el colegio. Hemos acumulado información sin filtrarla, sin tomarnos el tiempo de distinguir lo que nos sirve de lo que no, lo que nos trae felicidad de lo que simplemente nos ayuda a sobrevivir.

Y luego llega un momento en el que nos encontramos en una encrucijada en nuestra propia vida, donde empezamos a cuestionar ciertos aprendizajes, hábitos y muchas apatías.

Además, ¿por qué lo que sabemos ya no nos sirve? Si hasta ahora hemos funcionado de una determinada manera, ¿por qué dudamos de nuestra forma de hacer las cosas? Cuando nos cuestionamos a nivel personal, estamos dudando de todo nuestro sistema e incluso de nuestras relaciones.

Dejar de identificarnos con lo aprendido, cuestionar su efectividad y preguntarnos qué parte de nosotros mismos se refleja en nuestro comportamiento es el primer paso para integrar nueva información.

Es fundamental entender que, incluso más importante que aprender algo nuevo, es darnos cuenta de que nuestra forma de ver el mundo es opcional y aprendida.

La herencia que hemos recibido no es ni buena ni mala; es lo que nuestro sistema ha considerado apropiado para garantizar nuestra supervivencia. Se nos ha transmitido en forma de creencias y valores, y se espera que sigamos viviendo de una manera específica.

Se trata de comprender la intención positiva detrás de lo que nos enseñaron y así conectarnos con nosotros mismos. Dejamos de culpar y juzgar, preparándonos para la transformación.

La bioneuroemoción sugiere aprender a desaprender a través de la autoindagación, gracias a toda la información que podemos observar en nuestras proyecciones, nuestras relaciones y nuestras circunstancias.